La gestión de riesgos es un tema que se ha convertido en una herramienta esencial para los administradores de una sociedad o de una organización en los últimos años en Colombia y América Latina. Esta herramienta ha influido como un componente esencial para el éxito y la sostenibilidad de las organizaciones. La implementación de un sistema de gestión de riesgos como: el Sistema de Autocontrol y gestión del Riesgo Integral de Lavado de Activos, Financiación de Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva -SAGRILAFT-; y un Programa de Transparencia y Ética Empresarial para la gestión del riesgo de corrupción y del riesgo de soborno transnacional; son sistemas que poco a poco han adquirido una categorización relevante y han tomado una significancia muy particular.
Los programas como el SAGRILAFT y el PTEE implementados en las organizaciones les permiten contar con procesos debida diligencia de la contraparte. Esta contraparte o grupos de terceros con los que actúa y tiene alguna relación contractual y/o comercial se definen como los clientes, los proveedores, los empleados y los accionistas; de toda la empresa. Este sistema de gestión de riesgos de SAGRILAFT y PTEE, que son sistemas de gestión con enfoque basado en riesgos, ofrecen una visión integral y pueden ayudar a las empresas mismas a mitigar amenazas potenciales sobre los riesgos reputacionales, legales, operativos y de contagio, transversalmente relacionados con los riesgos de Lavado de Activos y Financiación de Terrorismo LAFT; y riesgos de corrupción y de soborno transnacional.
La implementación de sistemas de gestión como el SAGRILAFT y el PTEE les permite a los sujetos obligados, no sólo cumplir con las regulaciones y evitar sanciones de los organismos de control, sino también mejorar su imagen y confianza para con los clientes y el sector empresarial de la economía en el que se desarrollan sus actividades u objeto social.
Estos dos sistemas de gestión, por su característica de ser sistemas basados en riesgos, retoman importancia como herramientas de gestión porque permiten asignar eficientemente los recursos ya que se priorizan los riesgos más relevantes en la operación empresarial. A estos riesgos se les presta mayor atención para su gestión y mitigación ya que se busca asignar de manera más eficiente los recursos a las áreas más vulnerables a este tipo de riesgos especiales. Por otra parte, hay una mayor y una más efectiva mitigación de estos riesgos ya que, al entender cuáles son las áreas más vulnerables y un entendimiento claro de estos riesgos, se pueden implementar medidas de control para la autogestión de estos. Estas medidas de control pueden incluir temas como: políticas y procedimientos de gestión antilavado, capacitación de personal, recomendaciones de procesos de mejora continua sobre los sistemas, códigos de conducta o programa de transparencia y ética, políticas empresariales de anticorrupción, implementación de canales de denuncia o líneas éticas empresariales, entre otras herramientas o recursos.
Adicionalmente, no podemos olvidar la importancia que tienen el SAGRILAFT y PTEE en cuanto al cumplimiento normativo o regulación de parte de organismos de control en Colombia. La implementación del SAGRILAFT y PTEE en países como Colombia y algunos de América Latina se ha vuelto un requisito legal para ciertos grupos de empresas que cumplen con ciertos calificativos por su tamaño empresarial y resultados de operación anuales. Con este tipo de sistemas implementados, las empresas muestran a organismos como la Superintendencia de Sociedades en Colombia que están tomando medidas preventivas para gestionar los riesgos de LAFT y de corrupción y de soborno transnacional; y así mismo evitan ser sancionadas disciplinaria y económicamente por este órgano supervisor.
Por último, toma también importancia la confianza con la contraparte de la empresa y los socios comerciales en el sector económico empresarial. Cuando la contraparte observa que la empresa cuenta con programas implementados como SAGRILAFT y PTEE, por lo general goza de una mejor imagen corporativa y confianza antes sus aliados estratégicos de negocios sean estos clientes, proveedores, empleados o colaboradores o accionistas, o hasta incluso personas de la comunidad en el sector empresarial. A vista de los diferentes stateholders o grupos de interés, toma importancia como la empresa toma medidas preventivas y de autocontrol y gestión de riesgos especiales como lo son el lavado de activos, financiamiento de terrorismo, la corrupción y el soborno transnacional.