En CIBERC somos conscientes de que la situación actual del COVID—19 a nivel mundial puede generarnos todo tipo de sentimientos y emociones que pueden estar perjudicando nuestra salud mental, es por esto les dejamos algunas recomendaciones individuales y colectivas para protegerla.

Sí. Pensar en que todo pueda salirse de control es una idea que asusta pero que nos impulsa a desarrollar las capacidades necesarias para tolerar y trabajar en la incertidumbre
Recuerda: el miedo también es una emoción protectora.
Una clave para transformarlo es identificar y cambiar nuestros patrones de pensamiento antes de que nos conduzca al pánico.

Con certeza: aunque la expansión del virus ha sido muy rápida, cada país ha tomado medidas para evitar su propagación. Es normal que aumenten los casos, pero ante eso, todos debemos aumentar las medidas de higiene y sanitarias.

Confiando en las instituciones: las instituciones públicas y privadas del país no se han detenido y han tomado medidas para trabajar en un bien común.
Acatando todas las medidas preventivas disminuirá el grado de incertidumbre individual y se potenciará el valor una conciencia colectiva de bienestar.

Entendiendo las prioridades del servicio de salud: diferenciemos entre las certezas y la incertidumbre para no saturar los servicios médicos si no hay síntomas o factores de riesgo asociados.

Siendo sociables con responsabilidad:aunque por naturaleza somos seres sociables, en estos momentos es mejor evitar las aglomeraciones de personas o los eventos. Aprovechemos esta medida temporal para disfrutar del encuentro con nosotros mismos y con nuestra familia.

Limitando la consulta de noticias: las noticias sobre el virus pueden parecer interminables y el bombardeo de gráficos y textos inundan nuestras redes sociales y pueden afectar la salud mental, particularmente, de quienes ya viven con afecciones como la ansiedad, depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Aislándose con propósito: en casa es importante trabajar, pero conserva las horas de almuerzo, pausas necesarias y otras actividades que te produzcan sensación de bienestar (leer, jugar, ver series, realizar manualidades, disfrutar de la cocina, entre muchos otros).

Mantén tus rutinas: para evitar ansiedad por pasar más tiempo dentro de tu casa es importante mantener las mismas rutinas que cuando sales a trabajar: arreglarte como de costumbre, organizar tu cabello y agendar todas las actividades.