YO ME CUIDO, TU COMPROMISO CON LA SALUD

En la actualidad los desórdenes musculoesqueléticos (DME) provocados por el trabajo son cada vez más frecuentes, impactan la funcionalidad de los trabajadores al ser altamente incapacitantes, afectan la economía de las empresas y de los sistemas de salud.


Por su grado de cronicidad, generan restricciones temporales y permanentes en trabajadores activos, convirtiéndose en un tipo de discapacidad invisible a las estadísticas.

Por eso, el autocuidado en el ambiente de trabajo es fundamental hoy en día. Cada uno de nuestros colaboradores debe desarrollar la capacidad para elegir libremente la forma segura de trabajar, relacionada con el conocimiento de los Factores de Riesgo que puedan afectar su desempeño y/o producir accidentes de trabajo o enfermedades laborales.


Los desórdenes músculo-esqueléticos (DME) son causados por trabajos fatigantes que implican posturas prolongadas, mantenidas y forzadas, con pocas posibilidades de cambio, por fuera de los ángulos confortables o en desequilibrio, con bases de sustentación inestables o vibratorias, por levantamiento y manipulación de cargas y movimientos repetidos.

  • El síndrome de túnel carpiano es la compresión del nervio mediano a través del túnel del carpo, formado por los huesos carpianos, la banda carpiana y los tendones de los músculos flexores de la muñeca. 6 Se caracteriza por parestesias, adormecimiento, hormigueo, dolor, sensación de calor y ocasionalmente atrofia muscular, en la región del pulgar, segundo y tercer dedo de la mano especialmente en horas de la noche y puede irradiarse al antebrazo o al hombro.

Este síndrome ocurre en personas que durante sus actividades laborales realizan movimientos repetidos de flexión y extensión de muñeca y desviaciones radiculares, combinadas o no, durante actividades como conducir un automóvil o sostener un libro o un periódico, escribir en el computador, tejer, bordar y en actividades que requieran precisión y destreza de la mano, es más prevalente entre los años 40 y años 60 y afecta 4 a 5 veces más frecuentemente a mujeres que a hombres.

  • La Epicondilitis lateral y medial del codo son estados dolorosos en las inserciones musculares de los epicóndilos del codo que aparecen unidas a contracturas musculares y puntos gatillo, algunas producen un dolor referido que irradia hacia los dedos y la columna cervical. Las causas no están determinadas claramente, pero se relacionan con signos de desgaste en el origen de los tendones extensores de la mano y de los dedos, generados por sobrecargas o microtraumatismos crónicos.

Aparece frecuentemente cuando se efectúan actividades no habituales o se aumenta la cantidad habitual de las mismas (sobreesfuerzo), lo que produce una mayor carga en los extensores del brazo. Con ello los movimientos repetitivos sin la suficiente fase de relajación tienen una importancia especial, pues superan la capacidad aeróbica del tendón muscular provocando alteraciones regresivas.

Estas actividades pueden ser tocar el piano, escribir en el computador, trabajos excesivos con el destornillador y determinados gestos deportivos.

Ahora bien, el dolor de espalda se puede producir por lo siguiente:

  • Desequilibrio muscular, Inadecuada Postura, Obesidad o por levantar objetos que excedan el límite permisible de peso
  • Transportar objetos de forma inadecuada.
  • Lesiones ósteo musculares más frecuentes a nivel laboral son los espasmos, desgarros, Esquinces, deformidad ósea a nivel de columna, Tendinitis, Lumbalgias y Hernias discales.

Los DME pueden afectar tanto a las extremidades superiores como a las inferiores, y está demostrado que tienen una estrecha relación con el trabajo. Entre las causas físicas de estos trastornos, cabe citar:

la manipulación de cargas, las malas posturas y los movimientos forzados, los movimientos repetitivos, los movimientos manuales enérgicos, la presión mecánica directa sobre los tejidos corporales, las vibraciones o los entornos de trabajo a baja temperatura.

Frente a las malas posturas, es fundamental tener un buen manejo de hábitos diarios:

  • Mantenga una posición relajada y recta mientras trabaja.
  • Coloque los materiales que utiliza con frecuencia, a fácil alcance.
  • Desocupe la superficie de trabajo de elementos innecesarios.
  • Sostenga el mouse con la mano relajada. No lo apriete firmemente.
  • Use su brazo entero para movilizar el mouse y realice siempre ejercicios de estiramiento y pausas activas permanentemente.

Yo me cuido, es la campaña de autocuidado en CIBERC, un compromiso con la salud.


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