LA REGLA “3-2-1-1-0” O LA ÚLTIMA LÍNEA DE DEFENSA CONTRA EL RANSOMWARE

Las compañías deberían proteger las copias de sus datos, ya que un 88 % de los ataques de ransomware afecta a los repositorios de backup.

El ransomware se ha convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza para empresas de todos los rincones del planeta. Este malware está preparado para secuestrar equipos, cifrar datos y pedir un rescate a cambio de su liberación. También puede ampliar su estrategia de extorsión y solicitar dinero ante la amenaza de hacer pública información confidencial.

El 88 % de los ataques de ransomware contra empresas ha intentado durante el último año afectar a los repositorios de backup. De ellos, 3 de cada 4 tuvieron éxito. Casi un tercio de los ataques afectaron de forma proactiva a los repositorios.

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Las víctimas muestran más su tendencia a pagar cuando la recuperación de las copias de seguridad no es viable. Pero, incluso así, un 24% de las compañías que cedieron al chantaje no pudo obtener sus datos de vuelta.

La gran parte de los ciberdelincuentes (80 %) va a por sistemas con vulnerabilidades conocidas, incluyendo sistemas operativos, hipervisores, plataformas NAS y servidores de bases de datos.

“Toda la organización debe estar preparada para garantizar el Business Continuity, por lo que, tanto los equipos de TI como los de seguridad deben estar alineados en una aproximación global hacia el Modern Data Protection, ofreciendo respaldo, capacidad de recuperación y seguridad en todo el ecosistema”, comenta Santiago Campuzano, Country Manager de Veeam Iberia.

De este modo, el número de víctimas “podría reducirse de forma radical”.

Una correcta estrategia de recuperación pasa por la selección previa de los repositorios de backup.

Actualmente, el 58 % de las compañías dispone de almacenamiento en la nube a hiperescala (tipo Amazon o Azure) y un 40 % cuenta con almacenamiento de objetos locales. Solamente un 5 % no ha implementada todavía una protección air-gap o de inmutabilidad.

Para Víctor Pérez de Mingo, Senior Systems Engineer en Veeam Iberia, “el backup es la última línea de defensa cuando se trata de ataques de ransomware”.

Lo más inteligente sería seguir la regla 3-2-1-1-0: “siempre debe haber al menos tres copias de los datos importantes, en al menos dos tipos de soportes diferentes, con al menos una fuera de las instalaciones y otra sin conexión, con cero copias de seguridad sin verificar o con errores”.

“Es esa copia inmutable y sin errores la que marca la diferencia”, finaliza Víctor Pérez.